Desde que la corte francesa en el siglo XVII puso de moda el champagne, se convirtió en la bebida preferida de la nobleza y burguesía europeas. Y es que, sin duda, reunía todos los requisitos para convertirse en el vino elitista, elegante y ligero ideal para compartir en fiestas y convites. Una de las casas que lleva defendiendo estos valores de alegría, lujo y distinción desde 1875 es Brimoncourt. Más de tres siglos de historia que han contribuido a consolidar el champagne como la bebida más glamourosa y festiva del planeta.
Bajo las órdenes de Alexandre Cornot, un fiel defensor de los terruños de la Montaña de Reims y del Valle del Marne, nos presentan Brimoncourt Brut Régence. Un champagne que nace en el corazón histórico de la AOC Champagne con las variedades chardonnay y pinot noir y que se vinifica siguiendo el método tradicional o champenoise, con una primera fermentación en depósitos de acero inoxidable y una segunda en botella. Con un assemblage en el que se respeta el terruño de la región, el champagne pasa por un envejecimiento en rimas de entre 36 y 48 meses y finalmente, en el dosaje, se le añade 8 g/l de azúcar.
Fiel a su historia y su lugar de nacimiento, Brimoncourt Brut Régence representa así todo lo que simboliza el champagne. Aportes de elegancia, frescura y alegría que nunca pasan de moda.
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